Explicación General

Los servicios de salud, incluídos los de salud mental y apoyo psicosocial, cumplen una función especialmente importante en contextos de violencia, así como en emergencias. En estas situaciones, el temor y la incertidumbre pueden provocar el caos y agotar los recursos de una comunidad o institución; como consecuencia, el sufrimiento psicológico en las personas puede llegar a deteriorar su funcionamiento cotidiano y su interacción social.
La tasa de incidencia de condiciones de salud mental suele incrementarse en esas situaciones de emergencia, o bien es posible que los problemas mentales preexistentes reaparezcan o empeoren como consecuencia de la violencia o la crisis. Los problemas psicosociales también aumentan significativamente cuando se vive una continua exposición a la violencia y el acceso limitado a los servicios de ayuda pueden afectar el bienestar de las personas, las familias y las comunidades, tanto a corto plazo como a largo plazo.
Durante emergencias y situaciones de violencia, normalmente la respuesta hacia la población es brindada por primeros respondientes, que pueden ser profesionales de instituciones estatales o no gubernamentales. Reconocer el valor de estos y sus cuidados hacia la población se vuelve aún más importante cuando la sociedad se encuentra en situaciones de crisis, donde las estructuras y los servicios sociales o de salud a los que acuden las personas en busca de asistencia y ayuda, suelen estar perturbados o funcionan irregularmente, en condiciones volátiles y peligrosas, y con recursos (humanos y materiales) limitados.
Si bien, la labor de prestar ayuda y asistencia a quienes lo necesitan puede ser altamente gratificante, Muchas veces los cuidadores también pueden ser víctimas de la misma violencia, incluso quedarse sin redes de apoyo, además de enfrentarse a las largas jornadas de trabajo, experimentando inseguridad e incertidumbre acerca de la eficacia de sus esfuerzos, todo lo que lleva a que puedan presentar necesidades de apoyo psicosocial.
Como cualquier persona, quienes cuidan de otros (cuidadores) llevan a las crisis sus propias vulnerabilidades emocionales. Los diferentes tipos de personalidad, las condiciones de salud mental previas o actuales, las estrategias de afrontamiento particulares o las dinámicas familiares pueden crear puntos ciegos que empeoren como consecuencia del trabajo en circunstancias difíciles.
Dar servicio de apoyo a quienes necesitan asistencia en medio de situaciones de violencia, accidentes o catástrofes puede causar angustia emocional, distrés, enfermedades psicosomáticas, afectar la moral y el autoconcepto del personal, sobre todo cuando no se cuenta con los saberes apropiados, o cuando no se ha tenido la oportunidad de conocer y desarrollar herramientas básicas de apoyo psicológico.
Algunos cuidadores pueden no hacer uso de sus fuentes de apoyo habituales, ya que están demasiado centrados en las necesidades de los demás. Estas cuestiones no deben tomarse como razón para excluirlos de la tarea de cuidar de los demás, sino que deben comprenderse y abordarse para reforzar su eficacia y resistencia.
Por tal motivo el Ministerio de Salud de El Salvador MINSAL, el Instituto Nacional de Salud INS y el Comité Internacional de la Cruz Roja CICR, desarrollan programas de apoyo para cuidadores “Cuidando a quienes Cuidan” o “Help to Helpers” con el fin de asegurar que tengan acceso al apoyo psicosocial y en salud mental necesario y que puedan aprender habilidades de apoyo psicológico/psicosocial básico que les facilite el trabajo de cuidar de otros.